El 50 aniversario del golpe cívico-militar que sumió al país en un oscuro y sangriento capítulo de su historia que duró 17 años -y cuyas consecuencias se extienden hasta la actualidad- trajo consigo una renovada disputa política por el balance respecto de las responsabilidades históricas que les cupieron a unos y otros en el desenlace golpista.
La denominada “derecha democrática” representada por la coalición Chile Vamos como heredera natural del legado pinochetista, junto al Partido Republicano liderado por José Antonio Kast, se encuentran fortalecidas por la capitulación sistemática del gobierno de Gabriel Boric y su compromiso de no alterar los aspectos sustanciales del legado antiobrero y antipopular y su oposición y represión a los reclamos populares.
Ahora el mundo
— Lenin Rojineg (@LRojineg) September 16, 2023
sabe quien es Boric
un "Pinochito" ,otro
tiranillo que reprime
a su pueblo ,un peon del
Capital, un impostor que se dice de izquierda. https://t.co/9wEzhxfgfI
Ello ha llevado a la desmoralización de amplios sectores de masas y el fortalecimiento de la ultraderecha en las últimas elecciones. La conmemoración del 50 aniversario se tradujo en una competencia por quién es más leal a la corporación militar/policial responsable de las peores aberraciones cometidas contra la clase trabajadora organizada.