Para concretar su accionar, el sujeto aseguraba que debía acompañar a su “paciente” durante las 24 horas del día, para lo cual cobraba 120 mil pesos diarios. Asimismo, se conoció que el falso psicólogo controló el celular de su víctima, para acceder a sus redes sociales, claves y correo electrónico, impidiendo tener contacto con sus familiares.

Los juegos mentales

Por otro lado, según los antecedentes del hombre, se hizo pasar por psiquiatra para realizar atenciones de telemedicina a la persona con brotes psicóticos, para lo que cobraba un total de 4.750.000 pesos por tres consultas.

Asimismo, el acusado creó una historia de extorsión en la que vinculó a su esposa e hija, exponiendo que le había llegado un e-mail en el que la estaban exigiendo la suma de 25.000.000 de pesos chilenos para no matar a su familia.

“Dos días después, Ramones Morillo le dijo a la víctima que habían dejado una nota en el domicilio de su hija y amenazado de muerte a su madre, por lo que accedió a pagar el dinero. Concurrió a su banco, giró desde su cuenta corriente la cantidad de 25 millones de pesos, monto que entregó al falso psicólogo”, sostiene la acusación.

De esta manera, el imputado defraudó a la mujer, en total, por cerca de 30 millones de pesos. Actualmente, la indagatoria mantiene su curso, mientras que la PDI no descarta la existencia de posibles nuevas víctimas en la región Metropolitana.

Bajo ese escenario, los tribunales chilenos rechazaron la solicitud de la defensa del acusado, por lo que continuará tras las rejas mientras siga la investigación.

La resolución del tribunal se dio de manera unánime, dado que se consideró que “no han variado las circunstancias tenidas a la vista para disponer la prisión preventiva del imputado”.