Mientras Boric emprende peleas insignificantes, Chile sería el primero en Sudamérica en quedarse sin agua para 2040
Un reciente informe del prestigioso Atlas de Riesgo Hídrico Aqueduct, elaborado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), ha puesto en evidencia una preocupante situación: aproximadamente 25 naciones corren el riesgo inminente de agotar sus recursos de agua dulce. Entre estos países figura nuestro país.
El estudio del WRI, una organización internacional no gubernamental dedicada a promover la equidad mediante la gestión sostenible de los recursos naturales revela que cerca de una cuarta parte de la población mundial está en riesgo debido al estrés hídrico, afectando a casi la mitad de los habitantes del planeta. Ejemplos como el de India, que enfrenta una de las peores crisis hídricas en tres décadas, ilustran la gravedad de la situación, obligando a implementar medidas drásticas para evitar el desperdicio del vital recurso.
💧Un informe realizado por el Atlas de Riesgo Hídrico Aqueduct, reveló que cerca de 25 naciones se encuentran en riesgo de agotar sus recursos hídricos.
— RLC Noticias (@rlcnoticias) April 6, 2024
⚠️El país trasandino pasará de un estrés muy alto, registrado en 2010, a uno extremadamente alto en 2040. pic.twitter.com/IhETdI8iXr
El concepto de “estrés hídrico extremo” se manifiesta cuando un país consume al menos el 80 por ciento de su suministro disponible, mientras que el estrés alto se alcanza con el uso del 40 por ciento del total del recurso, como es el caso de Chile. Según el informe, este país sudamericano pasará de un estrés hídrico muy alto, registrado en 2010, a uno extremadamente alto para el año 2040.
El WRI advierte que Chile está entre los países con mayor probabilidad de enfrentar la escasez de agua, debido a la combinación de factores como el aumento de las temperaturas en regiones críticas y los cambios en los patrones de precipitación.
La importancia del recurso hídrico disponible no puede ser subestimada. El agua es esencial para diversos aspectos de la vida cotidiana, desde la agricultura y la ganadería -fundamentales para el suministro de alimentos- hasta la generación de energía y la salud pública.
El estrés hídrico surge cuando la demanda de agua supera la oferta disponible, un fenómeno que ha aumentado significativamente desde la década de 1960. Este incremento se atribuye al crecimiento poblacional y a actividades como la industrialización, la ganadería, la agricultura y la generación de energía.