A primera hora de la mañana, Boric hizo su reaparición en La Moneda, recibido con los honores de rigor por la Guardia de Palacio, antes de dirigirse a sus oficinas.

Su primera reunión fue con su equipo político, para intentar delinear una estrategia que le permita retomar el control de una agenda dominada por la inseguridad, la polémica fiscal y las tensiones en su coalición.

Uno de los temas que podría complicar a Boric es la eventual salida de su ministra del Interior, Carolina Tohá, en caso de que decida postularse a la presidencia. La posibilidad de perder a una de sus figuras clave deja al mandatario ante un dilema: encontrar un reemplazo para uno de los cargos más sensibles de su administración.

Mientras tanto, la tormenta política por el desorden fiscal sigue lejos de disiparse. El millonario traspaso de recursos de Corfo al Fisco, en un intento por cubrir el déficit presupuestario del 2023, generó fuertes críticas hacia el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y la directora de Presupuestos, Javiera Martínez. A pesar de los esfuerzos de La Moneda por blindarlos, las dudas sobre la gestión económica persisten.

El martes, Boric tiene programada la promulgación de la Ley de Aumento de Agentes Policiales de la PDI, mientras que el miércoles participará en una actividad vinculada al turismo, aprovechando el cierre de la temporada estival.

Sin embargo, como ya es costumbre en su Gobierno, se desconoce si el mandatario responderá preguntas de la prensa o si continuará con su hermética estrategia comunicacional.

El viernes, antes de emprender viaje a Uruguay para asistir a la Transmisión de Mando Presidencial de Yamandú Orsi Martínez, Boric liderará un Consejo de Gabinete.

A juzgar por la acumulación de problemas y escándalos, el presidente necesitará mucho más que un descanso para encaminar su administración en esta recta final.